sábado, 26 de julio de 2014

Yo quiero elegir

Cádiz. 26 de julio de 2014. Por "Diego Corriente"

Desde que un socialdemócrata aceptara sin debate ni dudas, introducir en la Constitución la limitación del gasto público, comenzaron en parte  los males del socialismo español, con esa decisión política se fracturaba el “pacto constitucional”, tan trabajado y alabado desde la transición hasta el comienzo de la crisis económica. Con esa decisión, se introducía una medida acariciada históricamente por los conservadores, incorporando un sesgo neoliberal en la Constitución, cuyo moderado equilibrio había costado tanto, y todo, para combatir una crisis que pudo ser del capitalismo internacional y que terminaron pagando los más débiles de la sociedad.

Por aquel entonces, se escucharon grandes palabras para rehabilitar y reconfortar la maltrecha opinión pública, impuestos a los flujos financieros internacionales (tasa Tobin), regulación y eliminación de los paraísos fiscales, una nueva fiscalidad para los capitales. Pues bien, pasado el tiempo, en nuestro País, sólo nos ha quedado una cifra de paro insoportable, una reforma laboral que pudo ayudar a alcanzarla, un debilitamiento y pérdida de calidad, tanto del sistema sanitario como del educativo, y una preocupante gestión de las pensiones públicas. Ahora bien, todos nos enteramos que es eso de la “prima de riesgo”, esto es, lo que el  capital internacional factura y gana  por la falta de regulación financiera, o por la permisividad de las legislaciones, por los excesivos endeudamientos públicos, o por las veleidades políticas de algunos.

Transcurrido el tiempo, y tras esta crisis que continuará, la económica y la de la  socialdemocracia” española, hemos escuchado, que la solución está en girar a la izquierda, cuestión sorprendente cuando las elecciones en este País está demostrado se ganan en el “centro”, pero más sorprendente aún es escucharlo, pues hoy nos podemos preguntar, por qué si es la solución no se giro a la izquierda entonces.

De todas formas, esperemos que la acertada entrevista, en estos días,  del Primer Ministro Francés, que sí cree en el equilibrio presupuestario, y está contestado en parte por eso mismo, por los suyos en Francia, resuelva las dudas que el futuro líder del socialismo español pueda tener.

Nosotros mientras, a seguir pagando más impuestos, es lo único que no han recortado en estos años, percibiendo por esto los mismos servicios, o mejor dicho en algunos casos peores servicios, y me refiero a los distintos niveles de la Administraciones responsables en dispensarlos. Pero de esas cuestiones pocos análisis hemos escuchado, pues bien, que quede claro, la vigencia o mejor dicho la pervivencia del la “socialdemocracia” está sustentada en el mantenimiento del Estado del Bienestar, y como todos sabemos, que este no puede funcionar a cualquier precio, parece necesario un nuevo “pacto redistribuidor” que lo mejore, que se podrá hacer desde las dos vertientes, desde los ingresos, aportando al sistema en su conjunto por los que más tienen, o desde la eficiencia del gasto, mejorando la gestión, que consiste, que unos servicios con calidad aceptable tengan un precio ( fiscal, porque al fin de cuentas se financian con nuestros impuestos), y si no saben cómo hacerlo, será necesario preguntar a la sociedad civil ¿él cómo hacerlo?, pues creyendo como creo en el Estado del Bienestar, su vigencia y fortalecimiento, tienen que venir de la mano de mayores dosis de eficiencia, pues si aceptamos la economía de mercado, o eso creo, que sea con todas sus consecuencias, y que los costes de estos servicios y sus prestaciones, sean ponderados por los usuarios-contribuyentes, y que estos, puedan elegir la forma y manera de percibir algunos servicios públicos, siempre en un sistema democrático se debería tener la libertad de elegir.

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