domingo, 24 de agosto de 2014

¿PSOE INSENSIBLE? Por Diego Corriente.

Cádiz, agosto de 2014
En los últimos años hemos presenciado como el PSOE ha sido capaz de modificar la Constitución, para limitar el gasto público, ha sido testigo de reformas laborales que no dan empleo, asiste a un deterioro del sistema educativo en todos los niveles formativos, no ha puesto sobre la mesa un modelo sanitario sostenible, desde la perspectiva financiera y aseguradora, sustitutorio al que propugna el PP, no está apuntando a una reforma fiscal, que afronte una mejor redistribución, en definitiva, lo único que parece preocuparle, o por lo menos, lo que nos llega a nosotros, a la opinión pública, es que quieren seguir renovándose, que quieren ganar las elecciones municipales, y  supongo que las demás, y parece también  que se conforman con que esto, no entienden lo que ellos denominan la clase media. Pretensiones legitimas, si hubiesen  hecho las tareas que los españoles y sus tradicionales votantes están esperando, esto es, la articulación y el cumplimiento, donde gobiernan, del ideario socialdemócrata o liberal progresista, o algo que los diferencie de los adversarios  conservadores del PP. Pues es difícil distinguir comportamientos y actitudes allí donde gobiernan, los unos respecto de los otros. Pues considerando, que en el PSOE, están ideológicamente en contra de las soluciones neoconservadoras, respecto de reformas necesarias en el Estado del Bienestar, obviamente para mejorarlo, según aquellos, tampoco conocemos medidas alternativas de estos. Mientras, en algunos Ayuntamientos no han tenido ningún pudor a la hora de  privatizar el suministro del agua, ni tampoco, a pesar de la excesiva fiscalidad municipal, se observen mejoras de los servicios públicos locales, y no estoy pidiendo gratuidad en el transporte público local, como tienen algunas ciudades europeas, no, ante todo esto, los ciudadanos se preguntan, ¿donde están las diferencias?, de estos o aquellos. Pero la diferencia  tiene que llegar, tras un proceso racional de reformas, que incluya una simplificación y modernización de una Administración costosa, con cuatro niveles territoriales y una red de empresas públicas, en la mayoría de las ocasiones en competencia con el sector privado, ¿hoy alguien habla de esto?, y no es que yo esté a favor del “estado mínimo” (Nozik), pero estamos ante una oportunidad, y creo que es necesario aprovecharla.
Sin entrar en el fondo de la cuestión, la reforma que hoy plantea el Gobierno, sobre el proceso de elección de Alcaldes, posiblemente beneficie  a los proponentes, pero, no sería el momento de hablar de cuestiones de mayor alcance, en vez de rechazar el dialogo, en línea a simplificar y adelgazar, un sector publico que posiblemente nunca más podamos pagar, en consecuencia, mostrar disposición para acordar estas u otras reformas, pues  en democracia, cuenta también la capacidad de entendimiento entre gobierno y oposición, digo más, es una obligación de los dirigentes  de buscar puntos comunes de acuerdos y consensos, sin embargo, contrariamente  desde el PSOE, hoy se responde con un “frente formal” de oposición cerrada, frente, que nos hubiese gustado ver  cuando se reformo la Constitución, cuando se modificaron los derechos laborales, cuando se recortaron los sueldos y las pensiones, en definitiva, cuando el conjunto de los ciudadanos experimentó una devaluación de sus rentas, como solución para la recuperación económica, que sigue en ralentí, a pesar del sacrificio de la población, y ante todo esto, no hubo una oposición cerrada, no se hizo visible una protesta tan contundente, ni se ha conocido medidas alternativas, que aporten esperanza y despejen tantas incertidumbres, que hoy preocupan a los ciudadanos. Pues sepan, que beneficie a unos u otros, esta propuesta tiene que ser, y debe ser,  el comienzo, pues está, viene a prever que en el futuro, no proliferen los gobiernos bipartitos o tripartitos, pues esto, además de ser más costoso, propician gobiernos débiles, en un momento crítico que puede dificultar la superación de esta crisis interminable, pero además, puede impedir que el transfuguismo y el mercantilismo corrompan las Instituciones, y sobre todo, esto no les importa hoy demasiado a los ciudadanos, pues sus problemas, son aquellos de los que hoy no hablan, ni los unos ni los otros, ¿será incapacidad o insensibilidad?.

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